«El que aprende y aprende y no practica lo que aprende, es como el que ara y ara y nunca siembra».- Platon
El pasado 26 de noviembre tuve la maravillosa fortuna de participar del II taller de manejo nutricional para dietas controladas en proteínas; ya hace casi un año habíamos tenido un primer intento pero esta vez quería algo muy diferente a lo convencional de la nutricionista o el médico al frente, contando cómo deben comer, de qué se trata la enfermedad y casi siempre en un lenguaje difícil de entender, esta vez quería que los pacientes y sus familias aprendieran haciendo.
De esta manera me reuní con mis compañeras de batalla la presidenta y la viscepresidenta de la Asociación Colombiana de Pacientes con Errores Innatos del Metabolismo (ACPEIM), Gina Gama y Nataly Usma y les conté lo que tenía en mente, como ellas son iguales o tal vez un poco más voladas que yo me cogieron el hilo muy rápido y empezamos a planear todo. De todos los que podrían estar interesados solo dos nos ayudaron y se sacaron la pasta del bolsillo, pero esto fue suficiente para alquilar un lugar maravilloso en Bogotá llamado la Cocina Taller, que es un restaurante que presta su cocina industrial para que se puedan llevar a cabo talleres de cocina. Sin embargo estaba segura de que esto iba a ser tan bueno que pensamos que teníamos que dejar de alguna manera el recuerdo para quienes no nos pudieran acompañar ya sea por cuestión de la distancia o del tiempo, así que contratamos un equipo de filmación.

La idea era llevar a cabo este taller tanto en Bogotá como en Medellín, en esta primera entrada les contaré sobre el de Bogotá y dejaré el próximo para hablar de el de Medellín, pues a pesar de que tratamos de guardar la misma estructura, tuvieron cosas diferentes bien interesantes.

En la primera parte tuvimos como invitada a la doctora Yenny Cuellar, nutricionista y colega quien a mi parecer es una de las nutricionistas con más experiencia en Colombia en manejo de pacientes con EIM, ella nos habló de manera muy concreta e hizo una introducción de las generalidades del tratamiento. Acto seguido pasamos al área de la cocina a degustar las fórmulas especiales metabólicas con diferentes vehículos para analizar con cuáles tenían mejor sabor y llegamos a la conclusión de que los jugos ácidos enmascaraban muy bien el gusto particular de la mayoría de fórmulas. después nos dividimos en grupos y cada grupo se encargó de una receta para conformar en conjunto un plato principal bajo en proteínas. hicimos una cazuela de champiñones, una ensalada de lechuga, manzanas y fresas y unas croquetas de yuca.


Los sorprendí al final con el postre, una natilla, por el tema de que ya estamos en navidad y pensamos que no podemos adaptar ninguna preparación de la época a la dieta hipoprotéica. Esta que preparé aporta por porción, menos de un gramo de proteína.


Al final todos quedaron muy felices y satisfechos y con el compromiso que esto no sería un encuentro de cada año, y yo no podía estar más contenta pues fue un paso más en la dirección correcta aquella que procura una mejor calidad de vida para los pacientes con EIM.
