En nuestra familia somos bastante viajeros, nos gusta viajar y en los últimos años hemos cambiado de país de residencia en varias ocasiones. Con la llegada de la PKU a la familia seguimos viajando, pero es cierto que hay que hacerlo de manera más organizada, dejando pocas cosas (en cuanto a alimentación se refiere) a la improvisación.
El viernes pasado, por motivo del temporal Gallego mi avión no pudo despegar, y como ya podéis imaginar entre unas cosas y otras estuvimos esperando en el aeropuerto cerca de 8 horas, traslado a hotel, vuelta al aeropuerto, más retrasos…por lo que al final llegué a casa 24 horas después de lo planeado. No es la primera vez que he pasado varias horas en un aeropuerto, pero si la primera que lo hacía en un aeropuerto pequeño y después de ser madre de una niña con PKU. Durante las horas de espera conocí a una pareja que iba con un niño pequeño diabético y estaban muy agobiados ya que no sabían si iban a tener insulina suficiente hasta llegar a su destino final. Entonces, yo me acordé de mi hija, que ese día no estaba allí sino en casa con toda la comida baja en proteínas a su disposición, y más por matar el tiempo que por otra cosa, me puse a buscar y pensar que alimentos bajos en proteína podría encontrar para mi hija (3 años) en el caso de que ella hubiese estado allí conmigo.
En el aeropuerto había tan solo una tienda de souvenirs, otra de comida rápida y alguna que otra máquina con refrescos, y chocolatinas. Repase mentalmente mi lista de alimentos bajos en proteína, y pasee por las tres tiendas en busca de alimentos de dicho tipo. En la tienda de souvenirs vendían algún que otro producto típico gallego, como empanadas, vinos etc. asi que nada apto para pku. Me acerqué después a la tienda de comida rápida a ver si había más suerte. Hay que tener en cuenta que era tarde, por lo que seguramente muchas opciones ya estaban agotadas. En la tienda había bocatas de pollo, o jamón, y sándwiches de salmón o mixto y la posibilidad de que te preparasen un bistec a la plancha…Yo pensaba que a lo mejor encontraba alguna opción de comida vegana o similar…pero en este caso no fue así. En ese momento pensé que una persona con PKU lo tendría realmente difícil en este aeropuerto, ya que las opciones bajas en proteínas eran más bien nulas…pero entonces vi, junto a la caja, un par de plátanos y de manzanas ( menos da una piedra), también había algún que otro zumo de frutas. Supongo que con esas piezas de frutas me hubiese apañado para pasar la noche con una niña…así que la fruta nos hubiese salvado la papeleta.
Mi conclusión personal al respecto es que los papas de niños con PKU debemos ser previsores y llevar siempre comida de sobra para nuestros peques (sobre todo si son muy pequeñajos) y ¡¡¡sobre todo fórmula!!! Pero que siempre suele haber un plan B como alimentarnos a base de frutas por un día…Lo importante es que la PKU no nos pare y sigamos cogiendo la maleta y descubriendo mundo.