Amor a primera vista: Landmannalaugar (Islandia)
Amo Islandia. Es el país más bonito del mundo. He viajado un poco. No tanto como Albert Cassals pero he recorrido muchos países y ninguno me ha inspirado tanta reverencia como éste.
Todo empezó en 2012. Hace cinco años fui por primera vez a recorrer el sendero de Landmannalaugar. Fue una experiencia increíble. Atravesé volcanes y terrenos sulfurosos, nieves, páramos de arena y montañas negras, colinas de un verde fluorescente, ríos helados y cuevas gigantes de hielo.
El incidente
Al año siguiente volví para hacer la parte más difícil de aquel camino. Entre Porsmork (Thórsmörk en Islandés) y Skógar, atravesando dos glaciares: Eyjafjallajökull y Mýrdalsjökull. Al poco de comenzar mi camino en solitario me caí y casi me fracturé el tobillo al meter el pié en un hueco entre dos rocas. Cojeando recorrí más de 20 Kms y me perdí. Llegué a un refugio que no era el mío, el que tenía contratado para dormir.
Los culpables fueron la niebla, la lluvia y el frío que aparecieron de pronto, me hicieron confundirme de camino. No hay tampoco señalizaciones casi, ni personas a las que preguntar. Al llegar y darme cuenta de mi error, el deshielo y las corrientes me impidieron retroceder. Además, hubiese tenido que recorrer 11 Kms más. Eso y el dolor de mi tobillo. Así que en una cabaña de madera, sin cuarto de baño, sin calefacción y totalmente empapado, mientras nevaba fuera, hizo que ocho horas después tuviera que solicitar un rescate en la montaña.
Aquella caída no hizo que mi pasión por aquel país disminuyera. Al contrario me llevó al convencimiento de que quería visitarlo con mis hijos. Así lo hice finalmente este año.
Los preparativos para recorrer Islandia
Visitar Islandia es muy caro. Carísimo. Ir una persona con un viaje organizado es una locura. Ir cuatro personas es arruinarse. Además, odio los viajes organizados. Yo quería que mis hijos vivieran una aventura y no iba a privarles de ese placer.

Con más de seis meses de antelación compré los billetes. Aproveché una oferta de Norwegian Air. Ida y vuelta Barcelona Reikiavik los cuatro (mi familia completa) por 800 euros, incluyendo dos maletas de 20 Kg. Yo estoy siempre mirando vuelos en ofertas en Skyscanner. Realizo viajes imaginarios siempre que puedo y los planifico. Si encuentro una ganga y puedo ir, la aprovecho. Siempre hay que mirar con muchos meses de antelación para lograr algo bueno, bonito y barato.

Viajar con alguien con PKU, lo he dicho aquí muchas veces, supone tener que facturar una maleta con la fórmula necesaria para el viaje, más -por supuesto- la comida baja en proteínas que vayas a necesitar. En esta ocasión, dados los precios que hay en Islandia, compramos además comida para el resto de la familia y decidimos facturar dos maletas. Nos llevamos cosas muy elementales: pasta, arroz, sopas de sobre, etc. La idea era ahorrar siempre que pudiéramos y prevenir que no encontráramos un lugar donde comprar. Esto nos pasó varias veces. Bien por la hora de llegada, bien porque estábamos alejados de cualquier punto civilizado.
Hoteles: lugar para ricos
Los precios de los hoteles son inaccesibles para alguien que no sea un potentado o gane mucho dinero. Incluso los hostales o albergues de juventud son terriblemente caros. Una habitación de un hotel para cuatro personas (no hablemos ya de dos habitaciones dobles) cuesta una media de 300-400 euros por noche. Y siempre que lo cojas con antelación, claro. No hablo de hoteles de cinco ni cuatro estrellas.
Así que en diciembre comencé a buscar con Airbnb los alojamientos de nuestra vuelta a Islandia. Gracias a ello logré precios muy interesantes que oscilaron entre los 100 euros y los 240 euros por noche. Siempre paré en casas con cocina. A veces estuve en cabañas de madera en medio de un parque natural rodeado de caballos y en otras ocasiones en la montaña y también en el centro de la ciudad. Alguna vez me sentí timado pero en la inmensa mayoría tuve la suerte de elegir bien. Más de una vez me encontré que debía pagar un precio muy alto pero no quedaban opciones. Hay pocas casas y se alquilan muy rápido. También sucede que entre un punto del viaje y el siguiente habían muchos kilómetros y ningún alojamiento. Viajando con niños esto un detalle muy importante.

Una cafetera por coche
El coche de alquiler lo cogí con Budget Car Rental Iceland fue la opción más económica después de buscar mucho. Luego me decepcionaron porque acogiéndose a la letra pequeña me dieron un coche de inferior categoría. Yo, que había planificado el viaje con 7 meses de antelación y pedí un coche familiar, me encontré un coche viejo con problemas en las ruedas y un maletero muy justo. Menos mal que con cada día que pasaba el tamaño de nuestras pertenencias disminuía.


En mi próxima entrada os contaré qué lugares visitamos, cuáles fueron las experiencias más increíbles, qué problemas tuvimos con la alimentación PKU de mi hija y muchas cosas más. Os espero.
Me encantó¡¡¡ Aguardando con ansias lo que sigue…
Gracias Dayanna! Siempre es un placer recibir un feedback tan positivo 🙂