En la anterior entrada comentaba Rodolfo varios consejos muy útiles a la hora de salir a comer fuera. Estoy de acuerdo con buena parte de ellas. De hecho, es la única manera en la que consigo organizarme en los viajes y cuando salgo a comer.

Pero si me decido a contarlo en una entrada aparte, es porque creo que hay algo importante que añadir a este comentario. Es la vida misma y su carácter imprevisible.

La cultura de la tapa versus PKU

Vivir en España es celebrar mucho la comida. Es mi experiencia como extranjera en este país, segunda casa mía. Esto no significa solo que se quede mucho a comer. También significa que un bar o un restaurante sean los lugares adecuados para quedar y que cuando se decidan los planes, normalmente se vaya «a tomar algo». En Polonia solíamos quedar en casa de alguien, salir a pasear, a ver algo etc., sin que ello necesariamente implique comer después. Aquí me parece quedar mucho más en locales gastronómicos.

¿Inconveniente? No todos estos encuentros se prevén. Muchas quedadas se fraguan a lo largo del día en el lugar de trabajo o en la uni… De hecho, o mi vida es una locura, o la mayoría surge así, de improvisto. Y me doy cuenta de que me falta al menos un tupper.

Tapear sabiamente; consejos de una PKU hambrienta

Os lo debo confesar. Yo sí he pasado hambre saliendo de tapas con los amigos. He pasado hambre porque no sabía de antemano que íbamos a salir, y me ha cogido esta fiesta por sorpresa. Supongo que cualquiera que haya sido estudiante sabe la razón de esto. Claro, mis compañeros se lo han pasado pipa poniéndose… morados, y yo cada vez más piripi con este vino sin acompañarlo de comida.

Eso ya ha cambiado.

Sé que por mucho que intentemos planificar, ciertos eventos – muchos eventos-  no se pueden prever. Pero puedes hacer algunas cosas al respecto.

Consejos para tapear siendo PKU

Mis consejos, desde la experiencia de alguien que ha sido muy tímida y que ha ido aprendiendo, se resumen en uno: expresa tus necesidades en voz alta.

  • Expresa tus necesidades en voz alta 1. Esas tapas imprevisibles normalmente tienen lugar en un ambiente de amigos. Tus amigos suelen saber sobre tus restricciones alimenticias, pero tal vez no los recuerden en el momento de hacer planes. Si conoces un bar que os gusta y sabes que podrás comer allí, propón ir allí.
  • Expresa tus necesidades en voz alta 2. Si pedís para compartir, asegúrate de que haya cosas que puedan compartir contigo. No solo patatas.
  • Expresa tus necesidades en voz alta 3. Ofrecer experiencias nuevas también es atractivo. ¿A que hace mucho que no tapeáis en un indio? Lo hicimos hace poco, yo feliz con las riquísimas tapas vegetales que me iba sacando el camarero, y mis amigos flipando con especias.
  • Expresa tus neesidades en voz alta 4. El camarero puede cambiarte tapa. Aunque no hace falta que le expliques en qué consiste tu enfermedad (aunque Rodolfo dice que puede ser útil) insístele en que lo haces por salud. También, como bien decía Rodolfo en su entrada, podemos aprovechar el mensaje vegetariano, vegano, de alergias.

Aunque yo sí prefiero decir que tengo PKU. Es una explicación que los camareros me suelen agradecer y además, no se compadecen de mí (padres, madres, odio ese ligero temblor de la voz al preguntar: «¿entonces nunca has probado jamón?»).

Mi buen amigo, camarero en un bar italiano, me solía decir: «ves, a mí me gusta servirte a ti. Tu vienes, sé lo que tienes, te pongo tu cerveza, tus setas al ajillo, otra tapa, o dos o cinco, y si no sé si puedo darte, te pregunto. No como estas que son veganas cuando les saco el solomillo, pero cuando la cosa lleva huevos, de repente no les importa ya tanto explotación animal». Esto lo digo desde todo mi respeto hacia veganismo, dicho sea de paso.

En resumen: «Soy PKU, mi enfermedad es importante»

Creo que lo que queremos trasmitir tanto Rodolfo como yo es lo siguiente:

No importa la situación social o vital en la que te encuentres, hazte sentir cómodo. No suprimas tus necesidades porque no te apetece discutirlas en grupo o porque eres tímido. Hazlas valer.

Rodolfo y yo tenemos aproximaciones ligeramente distintas al problema. Rodolfo es padre; tal vez por eso se esmera tanto en cuidar de su hija, de prever situaciones en las que puede verse afectado su bienestar. Lo hace desde el amor paternal profundo. Yo no soy cuidadora de PKUs. Soy PKU. Mi visión de la enfermedad oscila entre una cosa de la que me quisiera olvidar  y una necesidad con la que debo lidiar. Planifico, pero me agota el exceso de organización. Sin embargo, también en el dulce caos de la vida cotidiana – y este es el mensaje que os quiero trasmitir – es posible y necesario cuidar de una misma. A pesar de todo.

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Agata Bak
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TagDiv
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6 years ago

Agata Bak, thanks! And thanks for sharing your great posts every week!

Gustavo
Gustavo
6 years ago

Muy interesante y práctico, es bueno consejos en primera persona.

Rodolfo Ramos Alvárez
Admin

Preciosa entrada. Me ha encantado. Me parece el complemento perfecto a mi anterior entrada. Es verdad que yo no soy PKU y no puedo saber qué se siente. Yo hago mi papel de padre y ahí acaba mi rol. Me pierdo mucho, pero eso forma parte de las experiencias vitales que mi hija, por tener PKU, tendrá que aprender a lidiar y afrontar.

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