Dejamos atrás Alemania
Sigo hoy hablando en mi blog de nuestro viaje a Estonia estas pasadas vacaciones de Semana Santa. Comienzo primero recordando a todos que tras retrasar nuestro vuelo Malaga – Frankfurt, habíamos perdido la conexión para llegar a Tallin.

Tras las gestiones realizadas con los responsables de Lufthansa en el aeropuerto de Málaga, recibimos vales de sobra para comprar fruta para Emma para el viaje. Además, me garantizó que en el hotel encontraríamos comida adecuada para una niña con PKU.
Afortunadamente así fue y cenamos muy bien todos. Al día siguiente, muy temprano, cogimos el avión hacia Estonia. Destino: la ciudad medieval de Tallin!

Al fin llegamos a Tallin!
Después de nuestra pequeña aventura para llegar hasta aquí, estábamos algo cansados. Especialmente los niños. Aterrizamos en Estonia con más de 12 horas de retraso sobre el plan previsto.

Lo primero que nos llamó la atención: luce el Sol pero hace un frío del carajo!!! Yo que venía de andar en mangas cortas por Melilla, notaba que el chaquetón, el cortavientos y la camiseta polar no eran suficiente. El frío se colaba por cualquier hueco. La virgen!!! Qué rasca!!!!

Conocer el centro de la ciudad
Fuimos al hotel y aquella misma tarde tuvimos la primera entrevista con una familia PKU. Fue una visita breve porque habíamos cambiado los planes sobre la marcha. En principio habíamos quedado con ellos por la mañana, pero no fue posible llegar a tiempo, así que tuvimos que modificar nuestro calendario de reuniones.

Antes de ir tuvimos tiempo de pasear un poco por el centro de la ciudad. Sólo poder ver el interior de la ciudad amurallada es de por sí un espectáculo increíble. Además, nos tomamos un café en el museo del mazapán. De manera tradicional y sin usar colorantes, pintaban dulces que era verdaderamente pequeñas obras de arte. Allí descubrí algo que he comprado para Emma en otros viajes a Estonia. Unos pastelitos de chocolate muy bajos en proteínas y con un sabor exquisito. A ella le encantan.


La primera entrevista con una familia PKU de Estonia
Esta familia nos pidió no salir en la foto, así que por respeto a su decisión, así lo haré. Nos contaron muchas cosas, de las cuales ahora recuerdo solo algunas que me impactaron:
- Hay dos grupos de afectados por la PKU en Estonia. Uno está centrado en la capital Tallin y otro en la ciudad universitaria de Tartu. No tienen casi relación entre ellos.
- Son poco más de 50 afectados por la PKU en todo el país. Tienen mucha relación con los afectados por la Galactosemia.
- No hay tiendas especializadas en el país para comprar productos bajos en proteínas. Los pedidos los tienen que hacer a Polonia, Alemania y/o Italia.
- En los supermercados puedes encontrar algunas cosas compatibles, pero no muchas. Las verduras son mucho más caras que en España. Mucha de la fruta que tienen aquí la importan desde nuestro país. En el viaje el precio se triplica. Vi en un supermercado, de oferta, fresas de Huelva a 9 euros el kilo.
Me hablaron de un restaurante en Tallin que servía comida para los PKUs y cualquier otra metabolopatía. No tenías más que avisar de que irías y de lo que no podías comer. El chef era un encanto y te preparaba tu comida con las condiciones que le imponías. Obviamente era el padre de un niño con PKU.
Mi primer restaurante PKU
No me lo podía creer!!!! Era un sueño hecho realidad. Un lugar al que ir con mi hija sin tener que llevar un recipiente con comida por si acaso!!!!! Tenía que ver eso con mis propios ojos.
Le pedí los datos del restaurante y comprobé, sonriente, que aquellos padres eran los que tenía citados para el día siguiente.
Así que en mi próxima entrada os contaré cómo es este increíble lugar. Os aseguro que no os decepcionará.
