Mañana cojo el vuelo para empezar mi primera aventura fuera de Europa. Los preparativos para ir dos meses en México no han sido muy largos, pero tuve que planearlos bien.

- conseguir informe médico para una fórmula que ocupe menos sitio en la maleta e ir con ella al médico de cabecera para conseguir recetas por tres meses.
- conseguir papeles varios para la aduana que certifiquen que no trafico con nada raro: un informe médico, las últimas recetas, mi historial médico.
- Hablar con la gente de México y con las asociaciones para saber qué productos hay en el lugar, cómo hacerme análisis allí etc.
- Al saber que va a ser difícil conseguir la comida baja en proteína, hacer la compra de lo más necesario para un PKU: harina baja en proteina y pasta. Lo demás no es tan necesario la verdad.
- Leer sobre la ley aduanera mexicana, no vaya ser que me lo echen patrás en la frontera :O
- Comprar una maleta adicional para llevar todo esto….
- Comprar una maleta físicamente, que se ha roto la vieja 😉
- Hacer la maleta y rezar porque no supere los 23 kilos de comida. A efectos de hoy, supero el límite en dos kilos, así que tendré que quitar algo de ropa.
¡Y voilá! Ya casi me voy! Es solo hacer la otra maleta e ir arrastrandome con unos 50 kilos de bienes… dejo atrás una gata desconsolada que pronto no reconocerá a su dueña (pero está en buenas y cariñosas manos y me esperará en casa bien mimada.) y me vooooy. he decidido estar menos conectada este tiempo, porque es una etapa dura, se está acabando el doctorado, estoy empezando un segundo master, y las obligaciones y proyectos también pesan. De la vida sentimental ya ni hablo, que con tanto meneo pa un lado y pa otro da pena 😉
Pero escribiré para contaros qué tal voy dietéticamente hablando y qué gente maja he conocido por el camino. Os iré contando también cómo se siente una a volver a prepararlo todo con harina. La verdad que me acomodé bastante al encontrar una pasta qe me gusta, un pan que me gusta, y ya no hago tantas cosas. los dos meses que vienen requerirán de mí más sistematicidad y más cocina, porque según me han comentado varias personas, el mercado de productos bajos en proteína prácticamente no existe. Iré comentándoos los sustitutos de productos que se encentran por aquí y tal vez entreviste a alguien para que cuente su experiencia.
¡Hasta pronto!